Cómo Las Criptomonedas Podrían Obstaculizar el Poder Económico Occidental
EL crecimiento de las criptomonedas podría llevar al fin del dominio económico occidental, según advierte un grupo de expertos en el tema. Por décadas, el poder empleado por los EE. UU. y sus aliados en forma de sanciones ha sido un arma clave contra regímenes hostiles como Irán, Rusia y Venezuela.
Sin embargo, las criptomonedas operan fuera del sistema financiero liderado por los EE. UU., por lo que estas naciones pueden operar economías completas bajo el radar. Un informe escrito por los expertos en crímenes cibernéticos Yaya Fanusie y Trevor Logan para la US Foundation for Defence of Democracies Center (FDD) destaca cómo estos estados “buscan un mundo donde la tecnología de las criptomonedas les ayuda a eclipsar el poder financiero de los EE. UU.”. El informe añade que: “Por lo tanto, Washington debe entender los beneficios y amenazas que acarrean las nuevas tecnologías financieras, mantener la integridad de las finanzas globales y cultivar el conocimiento y la influencia para liderar lo que se está convirtiendo en una carrera por los criptoactivos internacional.”
El informe destaca cómo los bancos rusos sancionados están desarrollando redes de blockchain, Irán está invirtiendo en múltiples proyectos de blockchain y China busca desarrollar su propia moneda digital.
De forma alarmante, un oficial de inteligencia ruso dijo en una conferencia tecnológica en 2017: “El internet les pertenece a los estadounidenses, pero blockchain nos pertenecerá a nosotros.”
Siendo un método de pago digital, las criptomonedas utilizan el cifrado para asegurar las transacciones y controlar la creación de nuevas unidades.
La más conocida es el bitcoin, pero aparecen muchas criptomonedas nuevas todo el tiempo.
Estas utilizan la criptografía, una forma de codificación secreta con orígenes en la Segunda Guerra Mundial, para procesar las transacciones de forma segura.
Su mayor atractivo es su independencia de los sistemas financieros establecidos.
Las criptomonedas pueden moverse de forma rápida y a través de fronteras, haciéndolas atractivas para los criminales cibernéticos.
Los grupos terroristas y los delincuentes extremistas que las recomiendan suelen utilizar las criptomonedas porque son increíblemente difíciles de rastrear.